Eleanor Rigby...

¿Donde han quedado aquellos tiempos en los que la felicidad era insípida inocencia?
¿Por qué hemos dejado de ser seres sin prejuicios, que ven a la vida con curiosidad y no paran de hacerse preguntas? ¿Quién nunca se ha replanteado volver a ser niño, para vivir sin preocupaciones inútiles como el "que me pongo..." o "cuanto dinero debo de ahorrar para..."?
Esas cuestiones, por increíblemente absurdas que parezcan son absolutamente necesarias. Nos estamos HUMANIZANDO (tomar nota de la connotación negativa con la que va escrita esta palabra)
Pretendemos humanizar todo. Somos los virus de la Tierra, que pretenden cambiar el medio para poder desarrollarse de la mejor forma posible y seguir consumiendo recursos de forma imparable. Si llega en momento en el que se acaben los recursos de nuestro huésped, la Tierra, seguramente cambiaremos de planeta. Pero pretendemos tomarlo TODO, absolutamente destructor es el ser humano.
A veces pienso que deberíamos volver a la época de las caverna o a la del truque de etruscos, mayas o algún otro pueblo pre-civilizado de cuyo nombre no quiero acordarme. Seríamos menos ambiciosos. Si somos menos ambiciosos, la felicidad esta mucho más cerca de nuestro alcance. Si somos felices, ¿qué más da que vayamos en taparrabos y con lanzas?

¡Pues no!

El hombre, ante todo, esta HUMANIZADO. Este hecho, nos hace inquietos de mente, niños en pañales (quien dice pañales, dice taparrabos) en los albores terrestres que curiosean, se hacen preguntas y desarrollan la técnica para superar obstáculos del medio salvaje y hostil.

Pero, ¿acaso me estoy contradiciendo a mi mismo? Para nada, solamente no puedo encontrar respuesta a la felicidad del hombre. Quizás no la halla. Quizás si la encuentro, haga todo más aburrido. Como los habitantes de la isla de Loto, en el relato de la Odisea: eran felices y depreocupado. Aburrido. Quizás la felicidad del Hombre se halla en la preocupaciones inutiles.

De momento, no encuentro respuesta. No soy más feliz. No soy más Hombre. Simplemente tengo hambre. 

Me voy a cazar Mamuts con mi lanza y mi hacha.

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...y como lo prometido, es deuda...