Un rayo de Sol

"Lo siento mucho vida mía, pero te quiero de verdad..."

Son las 5:46 de la madrugada, acabo de leer tu bella carta (sms) y no puedo más que sentir el deseo de escribirte lo que siento. Siento ganas de gastar todos mis minutos separando los momentos que he pasado contigo y haciéndome la esperanza de ser feliz a tu lado.ñ No me doy cuenta de que esa felicidad me la proporcionas todo el día. No puedo dormir por pensar en tu sonrisa, en el café que me das todas las mañanas a besos.

No me avergüenza decir que lo que siento por ti es monstruosamente voraz. Me apetece devorarte con al mirada, pero me contento con imaginarte para siempre en mi hombrito. Siento los escalofríos de orgásmico placer al abrazar tu desnuda piel, la más bella piel para el más bello cuerpo.

Cambiado es poco, me conviertes en alguien nuevo, pero sigues enamorada del mismo loco que escribía por escribir, y eso te hace insustituible, Nora.

Porque ese es tu nombre, amada y reina mía. Y soy feliz, pues tu me haces feliz. Es una dicha.

Me ahogo en suspiros a lo largo del día, pero al llegar la noche y pasar junto a ti, suelto toda esa carga amorosa sobre tí.

Y ya esta bien de rodeos. La amo de verdad...

Verne se olvidó de poner el camino de vuelta a la Tierra...

Había una vez, en un lugar muy lejano, un político corrupto, pero ¿a quién demonios importa? Lo que vende es la sangre y sangre daré.


Es muy difícil escribir de la miseria cuando te encuentras en la gloria espiritual, en el Nirvana propio y personal, que es ser feliz (o que te hagan feliz, en mi caso). Estoy tan acostumbrado a escribir de cosas raras que se me hace extraño querer escribir de algo bueno, bonito y bello.


Tengo esa sensación que los franceses de los años 1789 en la Bastilla sentían: Revolución, Cambio, Vida, Aventura... Y me siento extrañado, pues no han sido mis principios en una vida conservadora y segura que se supone, debemos pretender conseguir.


Me hacen ser feliz las sonrisas y los que más me entristecen son los silencios y a la persona a la que amo sabe administrarlos inteligentemente, haciendo que cada vez que halla un silencio preocupante me sonría de forma que se me olvide el motivo. Solo hay una forma de expresar lo que siento: LA AMO
No a los cuatro vientos y presumiendo de amarla loca y revolucionariamente, sino ese amor intimo, seguro y cariñoso que se deben los amantes reales. Ese amor de ojos y de pequeños resquicios en su boca que me quedan por explorar con la paciencia de mi amor eterno e incombustible.
Y siendo realistas y menos culteramos, amo que me bese sin sentir asco y adoro creer que solo tiene ojos para mí y que me llame "tío bueno" sabiendo que es mentira y que solo quiere hacerme sentir bien, pero, como tantas veces dice, A Mí Me Da Igual