jueves, 17 de febrero de 2011

"...solo son cosas bonitas, nada más..."

Vancouver


Hagamos llorar al cíclope con dulzura,
destrocemos a las musas con cuidado.
Nuestro viejo tiempo antiguo ya ha pasado,
el recuerdo de olvidar nuestra locura.


Locos helenos con largas togas y ceñudas
las miradas, las cómodas barbas confortables.
El pergamino, la tinta, la espalda nervuda,
sentimiento en el SER de la existencia miserable.


Nos sentimos átomos vacíos
En este universo grande y frió.
Componemos materia racional
Con nuestro pensamiento irracional.



Cada día se descubre algo nuevo. Es fascinante. Es duro. Es amargo. Es cacao y cacahuetes.
Amargo como el cacao (el cacao de verdad, no esa mierda que se vende en Super-Market) y aromático y penetrante como el cacahuete. 
Las historias que vivimos se pueden contar por miles, pero solo recordamos unas pocas, según la ocasión. Unas cinco o seis, que nos permiten quedar en buen lugar en uno de nuestros intercambios sociales habituales. Pero eso no importa en absoluto.
Lo que quiero decir, señoras y señores, es que la memoria selectiva del SER humano, es aún más selectiva que nunca, puesto que los humanos somos aún más sociales que en cualquier otro tiempo pasado (donde fue mejor, según Jorge Manrique)
Y yo sigo escribiendo, con la esperanza de dejarlo todo aqui y luego poder disimular y sentirme bien con el mundo, pero no puedo. Aunque escriba con mis lágrimas bonitos poemas y composiciones no puedo evitar sentirme triste y rechazado al haber sido rechazado por una muchacha triste.
Aunque halla prometido que no iba a autodestruirme sin importancia, no puedo ser nihilista en lo romper la promesa de destruirme a mi mismo para volver a crearme (como he hecho ya un par de veces)
Y aunque pretendo amar a todas las mujeres, me parece totalmente imposible hacer eso, porque no soy capaz ni tan siquiera de amar el hombre más importante de mi vida, que soy yo mismo.
Si no eres capaz de encontrar amor en ti mismo, nunca conseguirás sentir el amor de los demás.
Esto no quiere decir que los demás no te amen, sino que no podrás sentirlo porque no te sientes amor. Con Conceptos Cuán Complejos Como Comprensibles, la Kaótica Kausa Kantiana ( ke komprimen los sentimientos hasta konvertirlos en kosas indekorosas y solo de komedia para inkultos) la charla que estoy echando se vuelve aburrida e inventiva en defecto, asi que lo dejo por hoy, deseando que hallan disfrutado volando con nosotros al universo de las letras.

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