martes, 8 de febrero de 2011

Pintate esos labios, María

"He levantado la cabeza, como una serpiente cascabel de el Colorado que saca la lengua para oler la humedad y los rastros de agua que no abundan por esas áridas tierras.
He intentado ser el Superhombre nihilista y me he dado cuenta que para eso, antes debo ser persona, cosa que no llego a considerar, por el gran desprecio que tengo hacía mi mismo; Pero al menos, soy un poco más sabio y menos imbécil.

Sé que la gente, en el fondo, les importa una mierda si vas o vienes o si te tragas un salero lleno de sal o si te llamas Francisco de Asís, si te gusta Stereo Total o ves películas  de Woody Allen (puto judío clarinetista...).
A la gente no le importa una mierda tu vida. Pero, resulta que a tí, te importa una mierda la vida de la gente. Porque pocas cosas de las que te dirán serán verdad y porque la verdad esta muy sobrevalorada. El simple hecho de que una persona te dedique unos minutos en sonrisas es motivo suficiente como para considerarlas amigos a esas personas. Y yo, de eso, tengo muchos,  necesarios y complementarios.

Ha llegado el momento de dejar de demoler mi cuerpo y empezar la reconstrucción de mi mente, ordenando las ideas. He tenido un par de años horribles y ambiguos y ya va siendo hora de renovar el mobiliario.
El otro día me llamaron "Maestro de la Metáfora" por comparar a una Diva negra y su interior con nuestra amiga, la Litrona y su acompañante, la bolsa verde de los chinos. 
Decía que la Diva era la Litrona y había que descubrirla poco a poco. Pero que al final, si quitábamos toda la bolsa y descubríamos aquel maravilloso recipiente de cerveza, no nos serviría de nada. ¿Por qué? Porque la Diva es una Diva y no una botella de cristal.
Por eso llevo con orgullo el epíteto de "M.M." (Maestro Metafórico) de la lengua castellana (que es en la que escribo y pienso, pero que no me pertenece).

Y no quisiera irme sin dedicarle unas palabras a ciertas personas que, en ciertos lugares concretos y en los momentos adecuados, me hicieron sentir persona, aunque halla sido una mentira y una hipocresía o aunque lo hallan hecho con afán de sacar algo de mi persona casi-desinteresada del todo:
A los dioses de la música y de lo Abzurdoh (y en 1/4  parte,de lo "homosesual"...), a la "canaria" linda de la que no se su nombre, los filósofos que puedan estar leyendo esto, a Her Proffesor que nos hace cada Lunes, Martes y Jueves un poco menos tontos; a las mujeres por existir y alegrarnos la existencia a los que no queremos existir, a Morenate, Marinita y Martina-ensaimada (que aunque no la conozca, se que existe y es algo buena con la mano de dibujar).

Y en un especial apartado, mencionare un recuerdo de mi infancia. Cuando yo era niño y vivía en un pueblo libre, fundado por esclavos (para más información, preguntar al señor Google por Esmeraldas, Ecuador). Recuerdo a mi abuela, bailando esta canción, con su nieto Kevin en sus brazos cuando tenia poco más de 4 o 5 años.


OJO: desde el minuto 2
(antes e empezar, chorrada de sudacas)





Pues hasta aquí llega, señoras y señores, mi corta vida de 3 años. Me voy a reposar la cabeza sobre la almohada y a dejar que la química de mi cuerpo surja efecto y me apague lentamente.
He acabado queriendo a todos los seres humanos que he conocido. Espero que ninguno de los que me  llegaron a conocer lo suficiente se sientan defraudados por mi comportamiento.

              K.S.R.G.M.A.

Aquí yacen los restos de un Übersmensch

NOTA: ESTO NO ES UNA CARTA DE SUICIDIO, SINO DE UN SUICIDIO NIHILISTA.

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