jueves, 17 de enero de 2013

Me levanté, abrí el armario y descubrí a Karl Marx probándose mis pantalones...

¡...ESOS LOCOS BAJITOS...!

 

Hasta en el Infierno hay un lugar en el que el Diablo puede darse una ducha. Caliente en el ambiente pero con agua fría y cristalina. Debe tener un momento para poder desconectar de todo el peso que conlleva el lugar que, malamente, gobierna en Dictadura y solo, sin Perséfone que valga. Más de una vez se ha pensado que el Diablo es virgen por muy paradójico que suene.

Mientras respira los vapores que surgen de su piel escamosa piel al contacto con el agua se pregunta como es posible que se halla llegado tan lejos, siendo el uno de los arcángeles más importantes. Suspirando, se envuelve en una toalla en donde sobresale la cola con su espolón.

Al Diablo le lleva rondando una idea por la cabeza: es la venida del Bien, la llegada del Mesías, el Hijo de Dios, la que originó el verdadero mal. Dios, ese ser egoísta que solo favorece y mueve los hilos de los que le conviene. Mr. Nobody, tan mentiroso como piadoso es para los hombres. 
Satanás se seca los pequeños cuernos con la toalla y su temperatura corporal vuelve a subir a medida en que sale del dichoso baño.

En verdad, los papeles los ha elegido y repartido El Señor a su placer. Y obedeciendo ese capricho voluntario de su Creador, su creación entera se lo ha tomado muy a pecho y lo ha puesto en a él su lugar, como el mal del que Dios debe salvarlos. Pero quizás, (y solo quizás, se pregunta) si no hubiese llegado un carpintero mesiánico, él no tendría porque ser el Mal, solo tendría el trabajo de aparecerse a los hombres para corregirles en su estupidez. Quizás la causa de todo mal es la llegada del Bien y de la Salvación.


"Por esa misma razón, no me creo que el Destino de los hombres esté en la Segunda Venida de Cristo. Vendrán a intentar acabar conmigo..." acaba. 
Dictando sentencia de sí mismo... 
Le gustaría estar equivocado...
Le gustaría...


LA VIDA TE DA SORPRESAS, SORPRESAS TE DA LA VIDA. AY, DIOS...

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