Eso es triste y alegre a la vez.
Una feliz ráfaga de viento cuando conocemos algo nuevo e inesperado. Cuando llegamos a casa y vemos una araña en el techo que amenaza la vida de nuestra santa madre, que corre como una histérica que ha visto un coyote con una ametralladora; o el aire pesado y mareante de las grandes ciudades al despertarse cada día para desayunar-ducharse-vestirse-iraltrabajo/instituto/universidad/oficina-de-INEM...
El mamarracho de Hemingway, escribiendo una carta a sus amigos, los toros.
Dijo una vez en mi Mundo de las Ideas una muchacha catalo-argentina unas palabras que nunca salieron de su boca, pero que a mi me parece que lo dicen todo:
"No controles mi forma de escribir, porque es total
y a todo el mundo gusta"
"No controles mi forma de tocar (pectorales) porque es total
y a todos les encanta"
¡Ayyyyhhh!, mujer que cautiva a todas las lesbianas... Echaré de menos tu inspiración, que me ayudaba a escribir. Tu rubi-rojo cabello tus marro-marrones ojos y tu roti-roto colmisho argentino...
Supongo que cuando mueren los escritores van al cielo de los escritores, en donde Cervantes y Shakespeare tienen una relación endogámica (si, eran hermanos) y donde Hemingway es el demonio y Lorca tiene un Cabaret en el que se representa todas las noches Don Perlinpín con marionetas y plantas...
Quien sabe...
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