martes, 19 de abril de 2011

El negro no llora, yo lloro por él... (Primer intento de superación)

...y el señor se sentó a contar los días de nuestra vida, sabiendo que tendrían un fin. Se le hizo eterno vaciar el tarro de los recuerdos, donde había guardado las historias que escribió
 Recordó su comienzo, con timidez de un Virgo que apunto esta de dejar de serlo. Que más dará.


Recuerdo a los asesino crudos y fríos que rondaban por mi cabeza, intentando llamar la atención crichando y goborando en mi golova, queriendo que les deje salir, pero no les hice caso porque contar una historia de asesinos no era algo moral (francamente, siendo el maestro de la inmoralidad relativa, me pareció un poco contradictorio cuando volví a leer esto)
La gente que me dijo cosas bonitas e inspiraron relatos terribles de ellos mismo. Desnudaba literariamente a mi persona para servirla en bandeja de peltre perenne mente oxidada. Quito la sal de mis ojos secos y sonrío literalmente (y tanto, por Dios, que hilarante juego de palabras). Camino cogido de la mano de las sinalefas, cuando era joven y empecé a escribir poesía. Odiaba la prosa. Me parecía demasiado seca y maloliente, como la hojarasca.




Hablemos de coños, putas, follones, hijoputesca y mentirosos. Hablemos de Madrid.
Conozco a gente que escribe. Ellos no me conocen a mi. ¿porque? porque yo no escribo. O por lo menos no lo hago de la forma lo suficientemente buena como para ser odiado. Y eso es malo, pervierte la literatura pero es lo que suele pasar con al verde envidia.


Sigamos hablando de coños. Hendiduras frágiles y de tejido sensitivo, rozamientos y penetraciones.
En realidad, el ser humano es muy sugestionable. Solo hay que decirle lo que tiene que sentir y ya lo sentirá. Si ponemos "como cuando la penetró, sintió toda su flor renacer", la gente se pispa e inmediatamente piensa en algo sexual. Y lo es. ...pero a lo mejor otro autor menos anormal quiere decir algo no sexual (mojigatos de mierda, ay, que decepción me llevo del mundo todos los días...)
Para ver buenos ejemplos, véase Amanita Muscarea o el relato de la impotencia.
Para ver cosas terriblemente bien escritas véase HIEL
Para ver una historia de una piña, mire Ananas
Si le gusta Led Zeppelin, contacte conmigo por medio de comentario insultante y mire AQUÍ. Le aseguro que no se arrepentirá




Antes me veía en la obligación de escribir algo para finalizar, en plan moraleja. Ahora no me hace falta, prestupnicos druguitos que no smunchean en Nad-Sat

1 comentario:

  1. Aunque su estima no lo diga, para mi siempre tendras el Don de la palabra escrita¡¡
    Yo tambien lo pienso... Putos mojigatos de mierda¡¡

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