domingo, 2 de septiembre de 2012

Tenemos visita, me pondré el chandal...

Hacia mucho que no me reía del patetismo humano, que cada vez llega a ser más alto.
De esa sensación de hacer el ridículo inevitable que surge de una situación inesperada. A veces, me pregunto que sería de nosotros sin la burla y la maldad...

Mierda en la calle y la tripa de los hombres, mierda en su cerebro. Mierda en todas partes.
Y la gente sigue respirando un aire de mierda y estiércol podrido y contaminado, la gente se limita a vivir sin nada, miserables y estúpidos. De asco es todo.

Las libélulas son tan bonitas

Estúpido todo, dan ganas de matar a nuestras madres por habernos parido en esta mierda de momento. La estupidez lo más abundante del mundo. Si nuestro mundo estúpido hiciese caso de su propia estupidez, seríamos todos muchísimo más ricos. Pero como somos unos soberbios y unos orgullosos y gallitos, nuestra mierda tan valiosa se convierte en puro y desagradable estiércol. Es decir, que la mierda no se metamorfosea en oro, sigue siendo mierda.
Es la paradoja de la gallina de los huevos de oro, solo que estos huevos sigues siendo excrementos de forma ovalada.
Que risa, una risa de mierda.

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