domingo, 9 de septiembre de 2012

LOS 15 MINUTOS DE FAMA

El sentido atonal de las palabras prohibidas me hace sentir estúpidamente contemporáneo. Palabras tabues, impronunciables para la moralidad. Es como ver a un motorista morir y estrellarse, que su cuerpo pase de la velocidad a la luz y se desintegre. Es una muerte hermosa, pero físicamente imposible.

Los rayos trastabillados del sol se recuperan mientras ven gritar a las niñitas porque les estaban quemando el vestidete. Y las nubes lanzan señales Morse, mientras una calima se acerca y da esa sensación bávara de cerveza caliente. El azufre se nota en el cuerpo cuando el Demonio esta cerca...

8-BITS nos separan de nuestra generación, la mía es de 32 y de la SuperNintendo. Lo teníamos todo programado, más que estos chicos de ahora que solo escuchan regueton por sus colegas, malditos. Los clásicos mueren mientras que ese tipo de seres cantan y ganan dinero. La llamada telefónica me avisa de que el  día ya esta durmiendo. Aquí, en Santiago, no tenemos derecho ni siquiera echarle un vistazo al reloj... tic-tac...

Caballeros locos con enaguas y loros al hombro reciben una descarga eléctrica. Les dejan catatónicos y se encuentran como muertos. Los loros han echado vuelo. Hay gente feliz que ríe y que baila. De verdad, ¿la felicidad humana es tan feliz e irreal que solo sale en las películas?




En este mundo gráfico, lo vemos así, hemos creado unos superclichés que nos impiden juzgar todo como sucesos aislados e individuales, sino que lo globalizamos y generalizamos. Como los ovnis que se han colado en el restaurante sin aparcar, que deberían ser llevados a la poli, concretamente...

Hay veces que la realidad supera a la ficción, tan miserable y triste por parecer real. Sin embargo, la Fantasía siempre tendrá ese encanto Romántico que la realidad a Duras Penas, puede conseguir. Porque, la magia, no existe en el mundo real. Podemos tener un mundo mágico, pero será ficticio, ¿es triste, verdad?

La Aleatoriedad debe ser velada y adorada. Los monstruos salen por la noche, y son muy silenciosos. Sin embargo, esos macarras son unos miserables que solo conocen los colores, son solo chicos de Cabaret que sirven para dar espectáculo, pero éste no esta en ellos, sino  en nuestras mentes. Chicos de Cabaret, masculinizados estúpidamente, maestros de ceremonias, más bien títeres o muñecos, pero con ese encanto de madera, ofrecido para todos pour tut la nuit  Garçons, en toda Francia, quizas....

No hay comentarios:

Publicar un comentario