viernes, 18 de marzo de 2011

Mira por donde vas, Alice...

Como veneno bueno para el oído gotean las notas por mi sentido, paralizando los nervios de acero de los que presumo mientras veo como la envidia y el orgullo ajeno se abrazan y se hacen amigas. Es cuasi-maravilloso.
Teclado contra teclado, en una lucha constante  de diferentes talentos que convergen y se dan lugar en una misma habitación pobre de un barrio obrero, pero que antes de terminar las sinfonía y el tecleo, convergen en el ambiente (más sensitivo que físico).
No tiene otra palabra, lucha de talentos, dulce, amable y respetuosa, basada en la amistad y en los sueños de los bichos raros. 
Son cosas inentendibles para el resto de los mortales, que no disfrutan de esto, pero que nosotros si entendemos y es lo único que importa.


Pasan magníficos los días en clave de Fa para la zurda que teclea; y se lían y enreversan en clave de Sol que trabaja incansable por cultivarse. 
Son mundos distintos, son personas diferentes, son sensibilidades egoístas que pretenden dar todo lo que saben y conocen a las personas altruista mente (paradojas de la lógica inexistente)


Y nos aceptamos como somos porque somos felices siendo nosotros mismos (lesbianismo) sonreímos en el mar de los cacahuetes del metro y estamos agradablemente vestidos en nuestros trajes de personas normales, cuando todos sabemos que somos maravillosos, porque apreciamos las cosas de otra forma, encantadoramente buena.


Esto es una gran caca pero es lo que me sale porque he nacido asi, he aprendido a escribir así y es lo único que necesito.
Si digo que QUIERO me MUERO, así que demos por hecho el hecho de que estoy muerto...

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