miércoles, 16 de noviembre de 2011

Sangrar es Amar mucho.

En los ojos de mis enemigos se encontraba el amor por el que tanto lloro. Y allí es cuando el subconsciente actúa y es capaz de renegarte a lo impensable, de equipararte con alimañas que no merecen ni un centímetro cúbico de aire puro para que sigan viviendo. Allí es cuando te das cuenta realmente que eres un humano cualquiera y que cualquiera tiene la capacidad de amar y, sobre todo, de ser amado por el ser que amas y te dejas la piel y los sentidos.

No enseñan Nada...

Dios, que mal estoy. 
Dicen que la curiosidad mato al gato, y yo soy gato moribundo. Ser ignorante no te hace feliz, pero sí no saber ciertas cosas que no deberías saber. Quisiera Beber Agua-Viva del tiempo, poder volver al pasado y rescatar a mi Princesa tres capítulos antes.
Por desgracia, solo soy Dios-Creador de historias aquí, en este mundo de letras perdidas y fundidas con Ideas de mi cabeza. Ojalá fuera Dios-Tiempo, sería menos doloroso mi amor.

 Y Siguiendo con este tema de locos...

A veces, dejas de sentir. Nada. ¿Nada de Nada? "¡Nada de Nada!". Y solo piensas en ir y darlo todo en unos segundo de amor-abrazo, pero agachas la cabeza, sigues tecleando y piensas en Aristóteles y su modelo perfecto del Hombre. 

                Frío al folio, Fría la Cama...

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