lunes, 14 de noviembre de 2011

Pellizco de espinas musicales...

...cuando no se tiene nada que decir, los puntos suspensivos. El silencio y la rosa sin pétalos se pueden escribir con tres puntos suspensivos. Esa fila de hormigas que recorre tu espalda y te muerde en las manos cuando estas nervioso se pueden escribir con tres puntos suspensivos. El silencio de los culpables cuandos son pillados se puede escribir con tres puntos suspensivos...                  ...qué cosas tiene la vida...


Cabalgan las notas en la partitura, mostrandonos la melodia del repiqueteo de sus cascos contra la línea del pentagrama, lineas melódicas con forma de ola que choca contra el acantilado del tímpano, haciendo vibrar la costa de la sensibilidad musical. Cuesta creer que no existiera una obra antes de haberla escuchado. Cuesta...

Cuesta creer que una persona a la que quieres, no existió en tu vida. No tenías ni idea, pero estaba, sufriendo o viviendo pero estaba. Y esos sufrimientos ajenos se destilan como alcohol etílico en tu boca por sorpresa, un desagradable sabor a hiel que no es tuyo. 
Pero vives y la persona a la que quieres existe, obra maestra del amor y de la vida, música en su voz y puntos suspensivos que representan la fila de hormigas que se comen mis nervios cuando no soy capaz de amarla lo suficiente. Amor eterno, amor ineficiente, caliente, en movimiento y evolución. Amor vivo y que crece. El Niño-amor que se desarrolla con cada beso, caricia o cosa para aprender, como los niños normales.


No podía marcharme sin hablar de Papá...

Como se acaban las buenas redacciones, finalmente, deseo dar las gracias a los amigos que me recuerdan que no han muerto, aunque yo no este con ellos.

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